Construcciones de colonos dentro de la Reserva |
Saúl Obregón
eldiegonica@yahoo.es
La Reserva Biológica Indio-Maíz, una de las zonas de bosque tropical húmedo
mejor conservada de Nicaragua, continua siendo depredada por colonos y
comerciantes de tierra. A pesar de su importancia y el compromiso internacional
del Estado de Nicaragua para su protección los problemas de propiedad y
deforestación son el día a día del área protegida.
Un nuevo ejemplo lo representan las tensiones surgidas a raíz del reclamo de
1093 manzanas de tierra en los sectores de Cristo Rey y La Danta, dentro de la
propia zona núcleo de la Reserva. Según testimonios de pobladores, este reclamo
lo estar realizando un señor conocido como Santos Ramón quien dice contar con
un poder otorgado por otro ciudadano identificado como "Chele Osvaldo",
quien supuestamente cuenta con escrituras de las tierras reclamadas.
Según personas conocedoras del tema en el municipio de El Castillo, este caso
data de los años 90´ cuando el Instituto Nicaragüense de Reforma Agraria (INRA)
título tierras a varios desmovilizados de la Resistencia y del Ejército de
Nicaragua. El "Chele Osvaldo" fue una de las personas que se
beneficiaron con la entrega de propiedades. Sin embargo el INRA cometió el
error de entregar títulos dentro de la Reserva pero una vez aclarada la
situación el Gobierno indemnizó a esta persona.
Los actuales conflictos reaparecieron el año pasado generando un clima de
tensión en la zona ya que dentro del área reclamada, aun siendo zona núcleo de
la Reserva, hay colonos ubicados. Según los pobladores el señor Santos Ramón ha
manifestado que el "Chele Osvaldo" nunca fue indemnizado por el
Gobierno por lo que su reclamo es justo y legal.
Esta información es manejada por las autoridades locales y departamentales del
MARENA. Incluso, según manifiestan pobladores, la Policía Nacional se presentó
el mes pasado para hacer una inspección a la zona y ayudar a mantener la
calma. Sin embargo el problema continúa y, al igual que otros conflictos en la
misma Reserva, se requiere de voluntad política para resolverlos y ayudar de esta manera a conservar el Patrimonio
Natural de Nicaragua.
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