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Río San Juan es más que un sitio fronterizo de aciagas disputas. Sus bosques y sus ríos se confabulan para originar un escenario majestuoso en el que anidan diversas aves, algunas casi extintas en el mundo, como la lapa verde, una especie que no conoce fronteras y solo se encuentra en Costa Rica y en Nicaragua.
Los expertos consultados coinciden en que Río San Juan, indudablemente, es un paraíso de las aves, pues mientras se navega por el lago Cocibolca o por el río fácilmente se pueden observar diversos tipos de pájaros multicolores.
Pablo Elizondo, ornitólogo del Instituto Nacional de Biodiversidad, Inbio, de Costa Rica, participó hace unos meses de un tour de lapas organizado por la Fundación del Río, de cuyo evento salió satisfecho por la variedad de pájaros observados en la zona de amortiguamiento de la Reserva Indio Maíz.
“Es muy interesante la facilidad con que se pueden ver lapas en esta región, por lo bien monitoreados y localizados que tienen los diferentes nidos en las propiedades. Además, hay una buena relación con los dueños de las tierras en las que se encuentran estos nidos, esto permite mirarlas y fotografiarlas”, dijo Elizondo.
Mucha variedad
Agregó que es interesante la abundancia que hay de otras especies que son relativamente poco comunes en otros lugares del mundo, y las comunidades cercanas a Indio Maíz se están beneficiando por tener un parque de bosques tan grande e inexplorado, lo que ha permitido que muchas de las especies lleguen a estas comunidades, y la ornitología podría ser una fuente de desarrollo para la gente.
“Ciertamente, la lapa verde es la especie que tiene un rango muy limitado, precisamente por eso es interesante. Es habitual de la parte norte de Costa Rica y de la zona sur de Nicaragua, es la única región del mundo donde puede encontrarse actualmente”, informó el ornitólogo de Inbio.
Según el experto, hasta hace pocos años la cantidad de parejas reproductoras de lapas eran mínimas, por lo tanto, se constituye como una especie amenazada, y gracias al esfuerzo de conservación de organizaciones binacionales de Costa Rica y de Nicaragua se ha logrado ganar tiempo en relación con la extinción de esta especie.
Especie del sur está en Nicaragua
Durante el recorrido que hizo Elizondo por las comarcas aledañas a Indio Maíz, quedó sorprendido al encontrarse con el ave conocida como Cacao o Caracara, que actualmente solo puede hallarse en dos parques costarricenses.
El Caracara, explicó el especialista, es una especie que tiene unas densidades muy bajas, y es mucho más común en Suramérica, por lo que se atrevió a asegurar que Río San Juan es el mejor lugar de Centroamérica para observar ese pájaro.
“Si alguien está interesado en tener ese registro, creo que muchos pagarían por venir hasta acá, ya que es relativamente fácil y confiable. Es muy bueno hacer el tour de lapas, porque en el bosque (de Río San Juan) no hay internet, pero te conectas”, enfatizó.
Único lugar
Gustavo Flores Yzaguirre, representante de la Asociación Ornitológica de Costa Rica, coincidió con Elizondo en que la frontera común entre Costa Rica y Nicaragua es el único lugar del planeta en donde aún se encuentran lapas verdes.
Por eso, recomendó que se debe seguir trabajando con los campesinos de ambos países, para que conserven el hábitat de las lapas, que cada vez son más escasas, sobre todo por la tala indiscriminada de los árboles de almendros, que son su principal fuente de alimentación.
“Igual que mi compañero costarricense, también observé una especie que es muy rara en Costa Rica, y es el Caracara, representante de la familia Falconidae, es un ave que depende de las abejas y de los panales. Es bastante escaso en mi país, y aquí logramos observar seis individuos en un mismo árbol”, manifestó emocionado.
Del mismo modo, señaló que en Río San Juan la avifauna es diversa, ya que también se observan muchas aves migratorias cuando pasan a sus sitios de reproducción.
El tour de lapas
Para quienes deseen observar aves y particularmente ver lapas, la Fundación del Río tiene un programa turístico denominado “El Tour de Lapas”, en el que ofrece el servicio de avistamiento de aves especializado, ya que el usuario podrá ser guiado por personal capacitado en la materia.
Teresa Mariscal, responsable de gestión y proyectos de Fundación del Río, comentó que ellos ofrecen dos tours, uno que tiene un recorrido largo, porque se entra por Boca de Sábalos, se llega hasta la reserva Indio Maíz, y se regresa por El Castillo, por lo que se requiere de mayor tiempo, para no cansarse en el trayecto.
El otro es más corto, porque se llega por Boca de Sábalos y se va hasta la comunidad de Bijagua, en donde se hacen tres estaciones y se regresa por el mismo lugar de entrada.
Los costos varían mucho, según la temporada, pero se puede contactar a la gente de Fundación del Río por internet o visitando sus oficinas ubicadas en San Carlos.
“La ventaja es que nosotros le aseguramos al turista que va a observar lapas. A partir de diciembre hasta junio, se pueden observar lapas en sus nidos, y siempre está una cuidando los pichones y la otra está trayendo comida”, indicó Mariscal.
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jueves, 17 de octubre de 2013
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